7 de octubre de 2024
7 de octubre de 2024
A diferencia de otras ocasiones, en las que la persona creadora enseña su creación a la editorial para que se la publique, esta vez el juego fue un encargo directamente de Devir al autor. "Los requisitos que me pusieron desde Devir es que tenía que ser sobre la construcción de una ciudad, pero tenía que verse la destrucción de los recursos naturales. Con estas directrices me puse a trabajar". Este enfoque dual entre creación y destrucción se refleja en las mecánicas del juego, donde la planificación estratégica es clave para alcanzar la victoria.
Cómo se juega
El juego nos sitúa en el papel de magnates industriales que buscan expandir sus ciudades y desarrollar la innovadora Mega-máquina, una gigantesca construcción que marcará el progreso definitivo. A lo largo de la partida, tomamos decisiones cruciales: producimos recursos o movemos nuestro magnate a un nuevo distrito para acceder a nuevas oportunidades de explotación de los recursos naturales. Aquí es donde entra en juego una de las mecánicas más importantes de Daitoshi: el rondel.
El rondel es el sistema mediante el cual seleccionamos las acciones que realizaremos en nuestro turno. En lugar de simplemente elegir entre un conjunto de acciones, cada participante mueve a su magnate por el tablero a través de diferentes distritos, utilizando el rondel para determinar en qué áreas pueden trabajar y qué recursos pueden extraer. Este sistema de rondel no sólo añade un componente táctico a cada turno, sino que también obliga a planificar con antelación para aprovechar al máximo las oportunidades de explotación de recursos, o para proteger los territorios naturales que aún no han sido dañados.
Además de la explotación de bosques y ríos, tenemos la opción de ampliar la ciudad, electrificar los distritos y desarrollar inventos a vapor que nos otorguen ventajas competitivas. Cada acción que realicemos no sólo nos beneficia, sino que contribuye al avance general de la ciudad, lo que añade un componente cooperativo implícito a la mecánica del juego.
Sin embargo, este progreso no está exento de consecuencias. El continuo uso de recursos puede llevar al deterioro de los ecosistemas naturales, provocando la aparición de los yōkai, los espíritus protectores de la naturaleza. Estos espíritus pueden interferir con nuestros planes, obligándonos a reconsiderar nuestra estrategia y, en algunos casos, a participar en proyectos de reforestación o restauración para equilibrar el daño causado.
Estrategia y profundidad
El juego equilibra de manera efectiva la gestión de recursos con la interacción entre participantes. Las acciones de expansión no sólo benefician a quien las realiza, sino también al resto, lo que añade una capa estratégica de cooperación indirecta. Además, el enfoque en el uso de recursos naturales y su impacto a largo plazo introduce un componente de sostenibilidad que añade una dimensión moral a las decisiones del juego.
La clave del éxito en Daitoshi está en encontrar el equilibrio entre la explotación y la conservación. Si bien expandir nuestro poder económico y político es crucial para ganar, no se puede subestimar el impacto ambiental, ya que una sobreexplotación puede llevar a perder puntos de victoria al final de la partida.
Conclusión
Daitoshi combina una profunda estrategia de gestión de recursos con una mecánica de rondel que premia la planificación a largo plazo. Debemos equilibrar el crecimiento de la ciudad con las consecuencias ambientales de su expansión, haciendo de este juego una experiencia estratégica. La participación de los yōkai y la necesidad de gestionar los recursos de forma responsable añade una capa narrativa interesante que eleva el juego más allá de un simple city-builder.
Como parte de la Kemushi Saga de Devir, Daitoshi ofrece una reflexión sobre el impacto del progreso en la naturaleza, todo ello dentro de una estructura mecánica sólida y profundamente temática. La combinación de decisiones estratégicas, el uso del rondel y el impacto de nuestras acciones en el entorno natural hacen que Daitoshi sea un juego recomendable para quienes disfruten de los eurogames con una narrativa rica y envolvente.