17 de diciembre de 2025
17 de diciembre de 2025
Ana Palero, coordinadora de traducción y maquetación de PegoleTech
¿Cómo nace exactamente PegoleTech y qué os llevó a profesionalizar esa pasión compartida por los juegos de mesa?
PegoleTech nace de lo que éramos: jugones entusiastas con ganas de mover juegos y comunidad. Antes de ser empresa fuimos proyecto. Creamos MeepleTup, el «Blablacar de los juegos de mesa», con una idea muy simple: que ningún jugón se quedara en casa sin jugar por no tener con quién compartir mesa.
Presentando MeepleTup en eventos empezamos a convivir con editoriales, autores y tiendas. Trabajamos como demostradores, escuchamos necesidades y vimos algo claro: no eran solo los jugadores quienes necesitaban apoyo; las pequeñas editoriales y los autores noveles también. Entonces llegó la pregunta lógica: ¿Y si convirtiéramos esta pasión en un servicio real que aportara valor a la industria? Así nació PegoleTech.
Así que decidimos unir fuerzas y profesionalizar algo que ya formaba parte de nosotros: hacer que los juegos funcionen mejor, lleguen más lejos y se vivan con más intensidad.
En vuestra web decís que hacéis visibles muchas tareas invisibles en la industria. ¿Cuáles son esas tareas que normalmente no se ven, pero que son fundamentales para que un juego funcione bien?
Muchas tareas críticas pasan desapercibidas, pero sin ellas un juego puede perder fuerza:
Traducción, corrección y localización cultural para que el juego «suene» natural en cada mercado.
Playtesting y análisis de experiencia, que detectan fricciones que nadie ve a simple vista.
Maquetación funcional, que convierte reglas y componentes en algo claro y usable.
Preparación de demos y guías de explicación, que son decisivas para que un juego convenza en cinco minutos.
Herramientas digitales y automatización, que facilitan procesos internos y mejoran la vida de las editoriales.
Nuestro trabajo es hacer visibles estas capas que sostienen un buen juego desde dentro.
Vuestra oferta de servicios es muy amplia, desde traducciones hasta herramientas digitales. ¿Cómo se articula vuestro trabajo con las editoriales? ¿Os implicáis en una fase concreta o estáis presentes en todo el proceso?
Nos integramos según lo que la editorial necesite: a veces desde la gestación del proyecto, otras en fases concretas como traducción, maquetación, producción digital o demostración eventos.
No trabajamos como un proveedor externo, sino como un equipo que se incorpora temporalmente al suyo, compartiendo procesos, feedback y objetivos.
Habláis de crear experiencias en eventos y ferias. ¿Qué diferencia a una buena demo de un juego en una feria de una experiencia que realmente conecte con el público?
Una buena demo explica reglas. Una experiencia conecta con la persona. Para nosotros esa diferencia está clara:
Adaptabilidad: Detectar qué tipo de jugador tienes enfrente.
Ritmo narrativo: Explicar desde la emoción y la experiencia, no desde el manual.
Contexto y ambiente: Materiales listos y preparados, mesa cuidada, actitud acogedora.
Conexión real con la experiencia de juego: Que el jugador sienta qué hace especial ese título y por qué debería volver a jugarlo.
Nuestro mayor éxito es saber que ese jugador acudirá al recuerdo de la experiencia vivida cada vez que ponga el juego sobre la mesa.
Una de las partes más técnicas de vuestro trabajo es el desarrollo de herramientas digitales. ¿Qué tipo de soluciones ofrecéis y cómo ayudan a las editoriales o autores?
Ofrecemos soluciones muy concretas que responden a necesidades reales del sector:
Implementaciones en plataformas digitales como Board Game Arena.
Apps personalizadas para eventos, gestión de torneos o acompañamiento de producto.
Automatización de procesos internos (inventario, bases de datos, reporting, etc).
Miniherramientas y utilidades para autores como contadores, generadores de cartas, validadores, etc.
El objetivo siempre es el mismo: agilizar trabajo, reducir errores y ampliar el alcance del juego, tanto en su desarrollo como en su difusión.
¿Cómo afrontáis la localización cultural de un juego? ¿Qué retos os habéis encontrado en este aspecto?
La localización cultural es traducir experiencias, no solo palabras. Analizamos tono, referencias, humor, usabilidad y sensibilidad cultural… y también el propio «lenguaje lúdico»: cómo habla un jugador de aquí, cómo interpreta términos mecánicos o cómo recibe ciertos estilos narrativos.
Retos habituales: humor intraducible, referencias históricas muy locales y expresiones que funcionan en un idioma, pero pierden fuerza en otro. Nuestra misión es mantener la intención del autor, pero haciendo que el juego respire natural en su nuevo contexto.
Vuestra propuesta también incluye acompañamiento estratégico, incluso en campañas de crowdfunding o la gestión del canal Amazon. ¿Cuál ha sido el mayor reto que habéis afrontado en ese tipo de asesoramiento?
El mayor reto suele ser ordenar el punto en el que llega cada proyecto. Hay campañas que nacen desde cero y otras que ya vienen con parte del camino hecho; nuestro papel es ajustarnos a la fase en la que están.
En crowdfunding el desafío es equilibrar ilusión con estrategia: estructura, comunicación, comunidad, calendario. En Amazon ocurre lo contrario: demasiadas normas y demasiada técnica. Ahí transformamos caos en un sistema estable, medible y escalable.
Decís que sois una comunidad que juega diferente. ¿Qué significa para vosotros «jugar diferente»?
«Jugar diferente» tiene dos sentidos:
Como jugadores, ponemos la experiencia por encima del resultado; abrimos mesas, escuchamos y conectamos.
Como empresa, trabajamos de forma distinta al estándar del sector.
No buscamos vender más servicios, sino que el juego triunfe. Si un cliente solo necesita un pequeño empujón, no le recomendamos un proceso entero. Si necesita acompañamiento, nos integramos: trabajamos codo con codo, formando un mismo equipo. Por eso decimos: «Jugamos diferente, jugamos juntos».
¿Cómo veis el futuro del sector desde vuestra posición? ¿Qué papel puede tener una empresa como PegoleTech en la evolución de la industria de los juegos de mesa?
El sector avanza hacia más profesionalización, más competencia y más necesidad de especialización. Las editoriales pequeñas crecen, las grandes diversifican y los jugadores son cada vez más exigentes en reglas, materiales, comunicación y experiencia.
En ese escenario, una empresa como PegoleTech tiene un papel claro: conectar creatividad con estructura. Ayudamos a que las buenas ideas no se queden en el cajón, a que los proyectos lleguen más lejos y a que la industria gane en calidad, accesibilidad y coherencia. Somos un puente entre el talento y el proceso.
Para terminar, si tuvierais que elegir un juego de mesa que resumiera el espíritu de PegoleTech, ¿cuál sería y por qué?
Si tuviéramos que elegir un juego que resumiera el espíritu de PegoleTech, sería La Isla Prohibida. Es un cooperativo que captura cómo trabajamos: un equipo con habilidades diferentes que coopera hacia un objetivo común, donde el éxito depende de coordinar recursos, comunicarse bien y confiar unos en otros.
Cada personaje aporta algo único, igual que cada miembro de nuestro equipo. Y, al igual que en el juego, cada partida (cada proyecto) es distinta: el tablero cambia, los retos cambian y la estrategia debe adaptarse. Es un juego que refleja lo que somos: trabajo en equipo, adaptación y una misión compartida.