Un vistazo al interior de las Freakwars Madrid

Gracias a su tesón y pasión por los wargames,
los organizadores han conseguido
poner en marcha un evento que ya
va por su segunda edición y que cada vez
cuenta con una mayor repercusión y
afluencia de visitantes, las Freakwars Madrid.
En esta ocasión,  han sido más de 2.000 aficionados
los que se han acercado a Rivas Vaciamadrid para
participar en estas jornadas.

Ni de lejos se imaginaban hace cuatro años Nicolás Cruz y Miguel Ángel de la Rosa (Nico y Ross, para los amigos; derecha e izquierda en la foto, respectivamente) que iban a organizar uno de los eventos de wargames y miniaturas más destacados del panorama nacional. Por aquel entonces, ya les rondaba por la cabeza la idea de unir sus dos pasiones, la música y los wargames, en un evento en su localidad. “Decidimos poner en marcha la idea con una especie de prototipo de evento con Magic en la Semana de la Juventud de Rivas al que llamamos Jornadas Épicas”, recuerda Nico. Aunque no tuvo una gran afluencia de aficionados, sí que les sirvió a ambos para madurar su idea. Y volvieron a la carga al año siguiente con una propuesta más ambiciosa denominada Rock&Games, en el que se unían conciertos, por un lado, y torneos de miniaturas, por otro. “Eso fue el apocalipsis”, recuerda Ross con una sonrisa. “Organizar las dos cosas a la vez fue una locura. Había que preparar las competiciones y también el equipo de sonido, el escenario, y el local donde se hizo no tenía una buena acústica”, reconoce. La idea, por tanto, estaba clara: debían centrarse en una única temática. Y tras la organización de dos ediciones del evento, al final se decantaron por los wargames.

Cambio de nombre

Como la música ya no estaba presente, tomaron la decisión de darle un lavado de cara. “Optamos por cambiar el nombre y el lugar de celebración. Además, queríamos que tuviera una mayor repercusión. De ahí la necesidad de renovarlo todo y replantearlo desde cero”, asegura Nico. Ahora, visto en perspectiva, ambos emprendedores reconocen que tomaron la decisión correcta. Sin embargo, se les presentaba un duro camino por delante, tal y como explica Ross: “Nos pusimos a buscar en la base de datos compañías con las que pudiéramos contactar para que estuvieran presentes en el evento, y encontramos más de un centenar; entre ellas muchas empresas que estaban empezando y mucho Kickstarters”. Aun así, sacaron adelante la primera edición, no sin cierto temor.

“Cuando el año pasado abrimos las puertas y vimos que no venía mucha gente, nos asustamos, por todo el trabajo realizado y por la gente que había confiado en nosotros. Sin embargo, a medida que avanzó la tarde comenzaron a llegar más aficionados, y la historia se repitió también el domingo”, rememora Nico. Al final, asistieron más de mil personas, hicieron doce charlas sobre pintura, juegos y esculpido 3D, estuvieron presentes 25 marcas expositoras y organizaron once torneos.

Edición actual

Y si éxito tuvo la primera edición, la que se acaba de celebrar este año ha dado un paso más en su consolidación como unas jornadas de referencia en este mundillo. Para empezar, se amplió el número de torneos, rondando la quincena; se potenció la exposición comercial y de demos, así como los concursos y exhibiciones; se ampliaron las charlas sobre wargames, pintura, modelaje y cosplay a casi una veintena; y se creó una zona infantil. En total, más de 40 organizaciones han colaborado en esta edición, entre tiendas, marcas y asociaciones. Todo ello ha hecho que más de 2.000 personas hayan acudido al evento. “La verdad es que nos ha sorprendido la afluencia. Ha venido gente de toda España, e incluso de las islas”, reconoce Ross, quien añade: “En determinados momentos completamos el aforo del recinto, con una afluencia de 750 personas”.   

Para los organizadores, la clave del éxito es la variedad que ofrecen. “Los torneos atraen a muchos jugadores experimentados y noveles. Y este año hemos ampliado el número, algunos con más éxito que otros”, comenta Nico. A esto se añaden las conferencias, muy valoradas por los asistentes. En palabras de Ross, “con ellas queríamos acercar las marcas a la gente, que fueran más accesibles y les pudieran preguntar sus dudas. Lo cierto es que todos los participantes han sido muy amables y se han ofrecido sin problemas a colaborar”, comenta. Incluso, la recogida de alimentos para fines benéficos ha mejorado con respecto al año pasado, sobrepasando ampliamente los cien kilos donados por los asistentes.

Mirando el futuro con optimismo

Y aunque tan solo han pasado unos días de la conclusión del evento, Nico y Ross ya están pensando en la próxima edición, que todavía será más ambiciosa. “Queremos intentar que vengan ponentes internacionales, no porque en España no haya profesionales destacados, sino también para darle un carácter internacional al evento”. Además, sopesan la idea de ampliar la zona infantil, que en esta edición se quedó corta en determinados momentos. “La afición por los wargames y las miniaturas empieza desde pequeños y se asienta cuando eres adolescente. Por eso, queremos que los niños conozcan esta afición y se amplíe la comunidad. Queremos darles a los peques una alternativa a la televisión y a los videojuegos”, apunta Ross. Y, sobre todo, van a seguir potenciando “el buen rollo, buen ambiente y juego sano” que hay actualmente. “Por las dimensiones del evento, este año hemos tenido que contratar a una persona de seguridad; pero, hablando con él, nos decía que veía a los asistentes muy tranquilos, y ninguno se ha alterado ni en los torneos, que a priori podría dar lugar a más problemas”, puntualiza Nico.

En definitiva, ni Nico ni Ross quieren ponerse metas con respecto a “la criatura de nivel 10” que han creado. Ellos van paso a paso. Por ahora, su único objetivo es consolidar las jornadas a escala nacional y en el futuro… ya se andará.