Comienza la campaña de financiación en Verkami del juego de cartas Encuentros en la Mazmorra 

Ya está en marcha la campaña de financiación de Encuentros en la Mazmorra, un juego de mesa colaborativo donde cada decisión puede marcar la diferencia entre la victoria y una derrota caótica. Creado por Pablo Alonso Lasagabaster, esta propuesta lúdica nos invita a explorar una mazmorra llena de personajes impredecibles, en una experiencia rápida y accesible que combina estrategia, gestión de recursos y mucho humor.

En Encuentros en la Mazmorra formamos parte de un grupo de héroes que se adentra en un lugar repleto de criaturas desconocidas, algunas amistosas y otras no tanto. El objetivo es salir con vida y con suficiente oro, superando los retos que nos proponen estos encuentros inesperados. Las partidas se estructuran en dos fases diferenciadas: una fase de gestión, donde utilizamos el oro común del grupo para comprar cartas de acción individuales; y una de encuentro, donde aparece un personaje no jugador (PNJ) y debemos cooperar para enfrentarlo correctamente.

Cada ronda de encuentro nos obliga a jugar, entre todas las personas participantes, cuatro cartas de acción bocabajo. La clave está en coordinarse bien para que la combinación de cartas sea adecuada a la naturaleza del PNJ: si es hostil, debemos combatir; si es amistoso, conviene ser cautos. Si no leemos bien la situación, podemos acabar besando a un trol por error… o algo peor, como degollar sin querer a una princesa. El desenlace de cada encuentro influye directamente en la cantidad de oro que conseguimos para seguir avanzando.

El juego permite una dificultad ajustable que lo hace ideal tanto para quienes buscan una experiencia familiar como para quienes prefieren partidas más exigentes. Las reglas sencillas y la dinámica rápida lo convierten en una opción versátil, con partidas llenas de sorpresas, decisiones arriesgadas y momentos imprevisibles. A pesar de su carácter colaborativo, cada decisión individual puede alterar el rumbo del grupo, lo que obliga a mantener una comunicación constante y una buena dosis de sentido común.