4 de febrero de 2025
4 de febrero de 2025
FICHA
Autoría: Eduardo García
Ilustraciones: Ramsés Bosque
Diseño gráfico: Matías Cazorla
Editorial: Eclipse Editorial
Participantes: 2–6
Edad: +8
Tiempo: 30'
Precio de la expansión: Por determinar
Complejidad: 1,65 / 5
Introducción
En esta ocasión, hemos tenido la oportunidad de probar el prototipo de Ratland: La Conquista del Puerto, la nueva expansión de Ratland que nos devuelve a la cloaca con nuevas opciones para enriquecer nuestras partidas. Esta expansión incluye cuatro módulos que podemos combinar para vivir experiencias diferentes: Pirratas, Objetivos, Cultos y Puerto. Cada uno de ellos añade nuevas mecánicas y desafíos que complementan al juego base, desde batallas entre capitanes Pirratas, hasta carreras por obtener los mejores botines en el puerto.
Cómo se juega
Al jugar con estas expansiones, preparamos el juego base Ratland como de costumbre, pero dependiendo de la expansión elegida, añadimos componentes específicos y ajustamos algunas reglas. Por ejemplo, si usamos la expansión Pirratas, comenzamos reemplazando una de nuestras ratas iniciales por un capitán Pirrata. Este capitán se comporta como una rata normal en la mayor parte del juego, pero a la hora de atacar o buscar quesos, su fuerza se duplica si no hay otro capitán pirata en la misma localización. Gracias a esta mecánica, la estrategia de colocación adquiere más peso, ya que intentamos maximizar el rendimiento de nuestro capitán sin cruzarnos con los de los demás.
Por su parte, la expansión Objetivos introduce una nueva forma de puntuar. Revelamos tantas cartas de objetivo como participantes haya y, durante la partida, intentamos cumplir sus condiciones. Algunos objetivos premian la acumulación de ratas en la ciudad, otros favorecen tenerlas en el cementerio o incluso perderlas estratégicamente. Al final de la partida, sumamos estos puntos a nuestra puntuación general, lo que nos obliga a planificar nuestras acciones pensando a largo plazo.
Si decidimos jugar con la expansión Cultos, colaboramos de manera limitada con quienes tenemos a nuestra derecha e izquierda para completar cartas de culto compartidas. Durante nuestro turno, podemos ofrecer quesos o ratas para progresar en los espacios de estas cartas y ganar puntos extra. Sin embargo, esta colaboración implica riesgo: debemos decidir si ayudamos a quienes podrían beneficiarse más que nosotros o si intentamos sabotearlos negociando estratégicamente.
Por último, la expansión Puerto abre nuevas oportunidades de obtener recursos. Al enviar ratas al puerto durante la fase de colocación, competimos para obtener las recompensas de las cartas de puerto. Estas recompensas dependen del número de ratas enviadas, lo que nos anima a invertir ratas adicionales para asegurar los mejores beneficios. Cada carta de puerto se resuelve antes de buscar quesos, y las recompensas pueden incluir nuevos quesos, ratas o incluso ventajas especiales.
Por supuesto, podemos combinar varias expansiones en una misma partida, lo que aumenta considerablemente su rejugabilidad y complejidad. La clave está en elegir la combinación que mejor se adapte a nuestras preferencias y experimentar con diferentes modos para sacar el máximo partido a la expansión.
Valoración y conclusión
La gran virtud de La Conquista del Puerto es su flexibilidad. Podemos disfrutar de una partida rápida con una sola expansión o sumergirnos en una experiencia más profunda combinando varias. Las mecánicas añadidas, especialmente la interacción entre capitanes Pirratas y los objetivos adicionales, enriquecen la estrategia del juego base y lo hacen más competitivo y variado.
Entre sus puntos fuertes destaca la forma en la que la expansión Pirratas intensifica la competencia en cada localización, obligándonos a calcular riesgos y anticiparnos a las jugadas rivales. Por otro lado, las cartas de culto de la expansión Cultos nos permiten negociar y colaborar, lo que añade una capa de diplomacia al juego, que antes no tenía. Y la expansión Puerto nos ofrece una alternativa táctica para obtener recursos adicionales, lo que evita que nos limitemos a buscar quesos en las localizaciones habituales.
Mención aparte merece también el apartado artístico, que mantiene la línea divertida y detallada que ya conocíamos del juego base, gracias al trabajo de Ramsés Bosque. Sin embargo, esta expansión introduce un elemento fresco al incorporar cartas inspiradas en cuentos clásicos. Podemos encontrar referencias visuales y narrativas a personajes como La Sirenita, Blancanieves, Rapunzel o Caperucita Roja, que se integran perfectamente en el universo de Ratland y aportan un guiño nostálgico a quienes lo jueguen.
Por otro lado, y por citar algún aspecto no tan destacado, la expansión Objetivos puede resultar demasiado dependiente del azar, ya que no todos los objetivos son igual de fáciles de cumplir. Esto se compensa jugando varias partidas, lo que nos dará la posibilidad de conseguir objetivos distintos. Y también hay que tener en cuenta que, al combinar varias expansiones, las partidas pueden alargarse más de lo esperado, algo que podría no encajar con quienes prefieran sesiones rápidas.
En definitiva, Ratland: La Conquista del Puerto es una expansión que amplía el juego base y lo hace más dinámico y variado. Con mecánicas que potencian la interacción y la estrategia, y un enfoque modular que se adapta a los diferentes grupos y tiempos de juego, este título promete muchas horas de diversión.