Upples, un juego donde buscaremos la mejor estrategia de salto y combinaciones de cartas 

Introducción

En el extravagante planeta U habitan los komupples, unas criaturas mutables que se lanzan en una frenética carrera por devorar upples, unas frutas cuadradas tan extrañas como sabrosas. En Upples, encarnamos a estos personajes en un dinámico tablero de 7x7 cartas, donde cada salto, transformación y combinación estratégica puede acercarnos a la victoria... o condenarnos al estancamiento.

Creado y diseñado por Serafín E.F., Upples es un título autoeditado que combina elementos de lógica, agilidad espacial y un original sistema de cambio de estado de los personajes, que altera su movilidad y las frutas que pueden consumir. Con un enfoque claramente familiar, el juego ofrece una experiencia rejugable gracias a sus múltiples modos de juego, su preparación aleatoria y sus llamativas cartas sin componentes plásticos, lo que también refuerza su apuesta por la sostenibilidad.

Cómo se juega

En Upples cada partida se desarrolla sobre un tablero cuadrado de 7x7 cartas, conformado por distintos tipos de upples y elementos especiales. Cada participante controla a un komupple, una criatura que puede cambiar de forma (y con ello su manera de moverse y de alimentarse) durante la partida. El objetivo es recolectar la mayor cantidad de súper upples, unas frutas de fondo amarillo que otorgan puntos al final de la partida.

Preparación del tablero

Dependiendo del número de participantes, se seleccionan entre 45 y 48 cartas, a las que se añaden las fichas de personaje, barajándolas para formar el tablero central. Las súper upples doradas, que otorgan cinco puntos cada una, se reservan para formar parte del mazo de robo que se utilizará para reponer el tablero durante la partida.

Cada persona elige un color y recibe dos fichas redondas de komupple, que alternarán entre estados «tranquilo» (blanco) y «enfadado» (rojo). La posición inicial de los personajes se determina al azar según las cartas de personaje incluidas en el tablero.

Tipos de cartas

Existen upples básicas (rojas o blancas, con o sin motas de otro color), súper upples puntuables, y cartas especiales: túneles, rocas, bombas y multicolor. Estas últimas aportan efectos como saltos adicionales, destrucción de casillas o cambios de color del personaje.

Mecánica de turnos

Jugamos por turnos, comenzando por la persona más joven. En cada turno, nuestro komupple puede moverse y comer tantas upples como le permitan sus acciones encadenadas. Los movimientos y la dieta dependen del estado del personaje. Si nuestro komupple está en estado blanco, se mueve en ortogonal (vertical y horizontal) hasta dos casillas y solo puede consumir upples blancas. Si está en estado rojo, se desplaza como un caballo de ajedrez (en forma de «L») y solo puede comer upples rojas.

Al consumir ciertas upples con motas del color contrario, nuestro personaje va transformándose gradualmente. Primero cambia el color del pelo y luego el del cuerpo, lo que modifica su movilidad y las frutas que puede comer. La carta multicolor permite cambiar directamente al estado que más nos convenga.

Cada vez que comemos una súper upple o activamos una carta especial, obtenemos un salto adicional. Así, podemos encadenar múltiples acciones en un solo turno, maximizando nuestros puntos. Si no podemos movernos, cambiamos al estado opuesto; si en el siguiente turno seguimos bloqueados, nuestra ficha se traslada a la casilla opuesta del tablero.

Final de la partida

En el modo glotón, el más habitual, la partida termina cuando se coloca la última carta del mazo de robo. Entonces, cada cual suma los puntos de sus súper upples, y quien tenga la puntuación más alta se hará con la victoria.

Upples ofrece además tres modos adicionales: entrenamiento (modo solitario), travieso (permite robar cartas saltando sobre otros participantes) y supervivencia (eliminación progresiva tras recoger las súper upples doradas), lo que añade variedad y rejugabilidad al sistema base.

Valoración y conclusión

Upples es, ante todo, una propuesta fresca y singular dentro del panorama de los juegos familiares. Su mayor virtud reside en la originalidad de su sistema de movimiento, vinculado al estado emocional de los personajes, que se traduce en una mecánica de cambio de color y forma que afecta tanto a su movilidad como a los elementos que pueden consumir. Este ciclo de transformación, que recuerda vagamente al comportamiento de una pieza de ajedrez combinada con un cambio de reglas en mitad de la partida, añade una capa táctica inesperada para un juego de apariencia ligera.

En el apartado visual, las ilustraciones coloridas y el diseño de los personajes resultan simpáticos y atractivos, especialmente para un público infantil o familiar. La producción es completamente libre de plásticos, algo cada vez más valorado, y su tamaño compacto lo convierte en una opción ideal para jugar en cualquier lugar. A esto se suma una preparación ágil y unas reglas que, aunque requieren una explicación inicial algo detallada, resultan intuitivas tras los primeros turnos. La curva de aprendizaje es amable y, una vez entendidos los tipos de cartas y sus efectos, la experiencia de juego fluye con naturalidad.

Entre los aspectos mejorables, cabe señalar que el factor azar tiene un peso considerable. La aparición de cartas clave en posiciones más o menos accesibles puede decantar una partida sin que hayamos podido hacer mucho por evitarlo. Además, la estética y el lore, aunque simpáticos, pueden no ser del gusto de quienes busquen una ambientación más sólida o menos excéntrica. Por otro lado, el modo solitario, si bien sirve como práctica, resulta menos atractivo que las partidas competitivas, que es donde el juego realmente brilla gracias a la interacción y los turnos encadenados. 

Los distintos modos de juego son un acierto, ya que permiten adaptar la experiencia al grupo y al momento, desde el reto personal del entrenamiento hasta la tensión del modo supervivencia. El modo travieso añade un componente más agresivo y caótico, mientras que el glotón funciona como la base más equilibrada y representativa del conjunto.

En resumen, Upples es un título que destaca por su creatividad mecánica y su compromiso con la sostenibilidad. Es ideal para familias, aulas o grupos que busquen partidas cortas pero con un punto de profundidad, sin necesidad de desplegar un reglamento complejo. Sin revolucionar el género, ofrece una experiencia distinta, accesible y con una identidad muy marcada. Quienes busquen un juego diferente, simpático y con posibilidades estratégicas sencillas pero efectivas, encontrarán en Upples una propuesta más que recomendable.