18 de febrero de 2025
18 de febrero de 2025
FICHA
Autoría: Juan Bardallo, Ángel Cruz y Mateo Martín
Ilustraciones: Patricia de Blas
Editorial: Zacatrus
Participantes: 2–6
Edad: +8
Tiempo: 20-40'
Precio: 24,95€
Introducción
Zacatrus ha publicado recientemente el juego Diluvio, en el que tomamos el control de una especie animal que se enfrenta a una gran inundación. El objetivo es salvar la mayor cantidad posible de nuestros animales llevándolos hasta la balsa de salvamento antes de que el nivel del agua suba demasiado. A través de un sistema de gestión de mano y movimientos en los tableros, debemos optimizar nuestras jugadas y, al mismo tiempo, intentar obstaculizar los avances de nuestros rivales. La combinación de cartas y tiradas de dado genera una experiencia lúdica que permite que nunca haya dos partidas iguales.
Cómo se juega
Cada persona comienza con un conjunto de fichas de su especie, situadas en la zona de la selva (uno de los tableros), y una mano de seis cartas de acción. En el centro del otro tablero se encuentra la balsa, el destino final al que intentaremos llevar a nuestros animales antes de que el agua los atrape. También hay un marcador de diluvio que avanza según el resultado del dado, alterando el transcurso de la partida.
En cada turno, elegimos entre dos opciones: jugar dos cartas y lanzar el dado una vez, o jugar una carta y lanzar el dado dos veces. Las cartas nos permiten mover nuestras fichas, empujar a los animales rivales, provocar desastres o alterar la posición de la balsa. El dado determina la meteorología del turno: si muestra sol, no ocurre nada; si sale lluvia, el nivel del agua sube; y si aparece el símbolo mixto, podemos elegir el efecto.
A medida que avanza la partida, el nivel del agua aumenta y va reduciendo las zonas seguras del tablero de selva. Los animales situados en áreas inundadas quedan fuera del juego, lo que obliga a moverse rápidamente hacia la balsa o a intentar expulsar a otros animales para asegurar un espacio.
Además de los desplazamientos, contamos con cartas que generan efectos inesperados, como el «Tsunami», que puede hacer que los animales en la balsa caigan al agua; o la de «Rescate», que nos permite salvar animales que han quedado a la deriva. También podemos bloquear acciones de los demás con la carta «Ya veremos», que depende del resultado del dado para ser efectiva.
La partida finaliza cuando el agua alcanza un nivel crítico o cuando todas las fichas han sido rescatadas o eliminadas. La persona con más animales a salvo en la balsa se proclama ganadora.
Valoración y conclusión
Uno de los aspectos más destacados de Diluvio es su sencillez de reglas, lo que lo convierte en un juego accesible para todo tipo de público. Su combinación de estrategia y azar mantiene cada partida impredecible, ya que nunca sabemos con certeza cómo evolucionará el diluvio, ni qué acciones tomarán nuestros rivales. La interacción constante entre participantes añade un punto de competitividad que hace que cada ronda sea un reto divertido.
El uso de cartas con efectos variados permite diseñar estrategias diferentes en cada partida, desde centrarnos en movernos rápido, hasta intentar ralentizar el avance de los demás. Sin embargo, la presencia del dado introduce un factor de suerte que puede afectar las decisiones planificadas, algo que puede no gustar a quienes prefieren juegos con mayor control estratégico.
Otro aspecto que puede no ser del agrado de los amantes del orden en la mesa y de las personas propensas al TOC es la colocación de las fichas de los animales sobre el tablero. Cada hueco de los tableros está delimitado por una cruz, dejando un espacio muy justo para situar cada ficha. De esta forma, con el movimiento de las fichas y la interacción de los jugadores se pueden llegar a descolocar. No obstante, teniendo cuidado al moverlo todo, no debería ser mayor problema. Por cierto, hay que decir que, visualmente, las ilustraciones de Patricia de Blas son muy acertadas, con un estilo colorido y atractivo que refuerza el carácter familiar del juego.
Para terminar, cabe destacar como virtud su alta rejugabilidad, ya que la combinación de cartas y la imprevisibilidad del agua generan partidas distintas cada vez. La interacción constante y la necesidad de adaptarse a los cambios en el tablero lo hacen ideal para grupos que disfrutan de la competencia y los giros inesperados.
En conclusión, Diluvio es un juego familiar que combina estrategia, azar e interacción en un formato accesible y dinámico. Perfecto para quienes buscan partidas rápidas y llenas de emoción, donde cada decisión puede marcar la diferencia entre el éxito y la desaparición bajo las aguas.