2 de diciembre de 2025
2 de diciembre de 2025
FICHA
Autoría: Paul Klick
Ilustraciones: No especificado
Editorial: SD Games
Participantes: 1–4
Edad: +7
Tiempo: 20'
Precio: 29,95€
Complejidad: 1 / 5
Introducción
SemeVá Labola es un juego de habilidad y destreza editado por SD Games creado por el autor Paul Klick y publicado originariamente por FoxMind. La propuesta combina elementos de lógica espacial, control motor y resolución de retos en tiempo limitado, todo ello condensado en una experiencia sencilla y adictiva que nos invita a hacer rodar canicas sobre una plataforma inclinable para cumplir objetivos que se muestran en cartas de desafío.
Lo que a primera vista podría parecer un juego infantil rápidamente revela capas de estrategia y concentración inesperadas. Gracias a su sistema de tres muros magnéticos, múltiples grados de dificultad y variantes de juego, SemeVá Labola logra conquistar tanto al público infantil como adulto, convirtiéndose en un título ideal para sesiones familiares o encuentros informales. La combinación de tensión, risas y coordinación lo sitúa en esa categoría especial de juegos que se explican en un minuto, pero se disfrutan durante horas.
Cómo se juega
Nuestra misión consiste en completar desafíos haciendo rodar canicas sobre una plataforma que podemos inclinar manualmente. Para empezar una partida, colocamos las cartas de reto en un mazo, clasificadas por colores según su nivel de dificultad. El verde es para los desafíos fáciles; el amarillo, para los intermedios; y el rojo, para los más exigentes. Cada participante, en su turno, roba una carta, monta el escenario tal y como indica el reto y se dispone a resolverlo.
El montaje del desafío es parte del juego. Colocamos tres paredes magnéticas sobre la superficie de juego en las posiciones especificadas en la carta y seleccionamos las canicas de los colores indicados, que se introducen en un canalón circular que rodea la plataforma. Este canalón se eleva para dejar caer las bolas sobre la superficie inclinable, momento en el que empieza el reto.
Con un cronómetro de un minuto en marcha, inclinamos la plataforma con cuidado, tratando de que las canicas acaben en la posición deseada. Algunos retos nos piden que ciertas bolas permanezcan sobre la plataforma, otros que caigan en zonas concretas delimitadas por los muros, o incluso que realicen trayectorias específicas, como dar varias vueltas alrededor de la estructura antes de detenerse.
Si logramos cumplir el objetivo antes de que se acabe el tiempo, nos quedamos con la carta como recompensa en forma de puntos. Si no lo conseguimos, la carta pasa a la siguiente persona, que intentará superar el mismo reto. Al término de dos rondas, sumamos las estrellas conseguidas, y quien tenga más gana la partida.
SemeVá Labola también incluye un modo en solitario ideal para practicar o competir contra uno mismo. Para ello, seleccionamos un grado de dificultad, barajamos las cartas correspondientes y tratamos de superar tantos retos como podamos, uno tras otro, dentro del tiempo estipulado. Además, el juego invita a la creatividad, permitiéndonos diseñar nuestros propios retos mediante las paredes magnéticas y registrar los resultados, lo que añade un componente de rejugabilidad muy atractivo.
Valoración y conclusión
La principal virtud de SemeVá Labola es que es simple y resulta totalmente accesible. De hecho, se aprende en un minuto, no requiere explicaciones largas, y enseguida estamos inclinando la plataforma para ver cómo ruedan las canicas. Esa sencillez también lo dota de una gran dosis de dinamismo y diversión, especialmente cuando jugamos con más gente. La tensión del temporizador, los intentos de superar los desafíos y la posibilidad de observar los tropiezos de los demás crean una experiencia muy social y ligera.
Por otro lado, el uso de las tres paredes magnéticas y los distintos tipos de desafío aporta un grado de reto mayor de lo que podríamos anticipar. Esto permite que el juego funcione a distintos niveles. Por ejemplo, como un pasatiempo infantil, un divertimento familiar o incluso un reto de destreza para adultos. Además, el hecho de que exista modo en solitario y la opción de crear tus propios desafíos refuerza su rejugabilidad. No se limita a las 42 cartas iniciales, sino que puede adaptarse y crecer si así lo decidimos. Este tipo de flexibilidad es rara en juegos de destreza tan «físicos» y da valor añadido a esta propuesta lúdica.
Sin embargo, esa misma sencillez puede jugar en su contra para ciertos públicos. Quienes busquen un juego de mesa con profundidad, interacción compleja o grandes decisiones tácticas van a ver en SemeVá Labola algo demasiado ligero o para un público más infantil. También, al depender en gran parte de la habilidad manual y del azar, la satisfacción puede ser algo variable, pues algunos desafíos pueden resolverse en un golpe de suerte. Además, las personas menos habilidosas pueden cansarse rápidamente si no consiguen los retos y descartar seguir jugando.
En cualquier caso, SemeVá Labola no aspira a ser un título profundo o estratégico. No en vano, su valor reside en la simplicidad, en la interactividad física, en el reto inmediato y en la capacidad de generar risas, tensión y emoción en partidas rápidas. Si lo que buscas es reunir a toda la familia en torno a una experiencia lúdica ágil, divertida y accesible, este juego cumple con creces.