2 de mayo de 2025
2 de mayo de 2025
FICHA
Autoría: Yohan Goh
Editorial: Magicbox Games
Participantes: 2–6
Edad: +8
Tiempo: 15-25'
Precio: 17,95€
Complejidad: 1 / 5
Introducción
ICON es un juego de mesa que propone un curioso reto: dibujar sin saber dibujar. La premisa recuerda a aquellos momentos en el colegio en los que jugábamos con plantillas de formas geométricas, pero aquí la propuesta se transforma en un desafío de creatividad e interpretación visual. Diseñado por Yohan Goh y publicado por Magicbox Games, este título parte de una idea sencilla pero ingeniosa: representar palabras usando exclusivamente las figuras predefinidas que vienen en las plantillas del juego.
El juego se sitúa dentro del género de los party games, pensado para grupos y situaciones distendidas. Su mecánica gira en torno a la comunicación visual y a la deducción, con un punto de humor involuntario que surge inevitablemente cuando los dibujos no se entienden o se interpretan de forma diferente. Lo que podría parecer un juego infantil se convierte en un reto para todas las edades donde lo abstracto y lo concreto se dan la mano.
Cómo se juega
En ICON, recibimos una hoja de papel, un lápiz y una plantilla con formas geométricas. Estas plantillas son todas diferentes y se rotan entre rondas, lo que introduce variedad y dificultad. El juego se desarrolla en cuatro rondas, y en cada una de ellas tendremos que representar una palabra secreta utilizando únicamente las formas de nuestra plantilla. El dibujo debe ser completo, sin modificar ni recortar las figuras.
Todo el mundo dibuja simultáneamente durante un tiempo limitado o no, según prefiramos. Al acabar, metemos nuestros dibujos junto con dos palabras trampa en una bolsa. Después, vamos sacando una a una las palabras y tenemos que adivinar cuál dibujo corresponde a qué palabra. Pero hay un truco: algunas palabras no tienen dibujo real, son trampas, y hay que identificarlas también.
La hoja de deducción nos permite anotar nuestras suposiciones: quién creemos que ha hecho cada dibujo, o si pensamos que es una trampa. Se puntúa por cada acierto, y si otras personas adivinan nuestra palabra, ganamos tantos puntos como personas hayan acertado. Cada ronda termina con el intercambio de plantillas entre participantes, lo que añade frescura al reto y obliga a cambiar de estrategia.
Hay también una variante avanzada en la que únicamente se pueden usar cinco formas por dibujo, y la posibilidad de jugar a contrarreloj, lo que aporta tensión y dinamismo. Incluso, el diseño del juego permite improvisar recursos: es posible plastificar las hojas para poder reutilizarlas con rotuladores.
Valoración y conclusión
ICON nos ha sorprendido gratamente como un juego party que logra ser original sin recurrir a las fórmulas habituales. Su mayor virtud es la accesibilidad: cualquiera puede jugarlo, independientemente de su habilidad para el dibujo. Lo que aquí cuenta es la creatividad para usar limitaciones a favor del mensaje. Además, el uso de plantillas con formas geométricas hace que el juego tenga un fuerte componente educativo, ideal para jugar en familia o incluso en contextos escolares.
Entre sus puntos fuertes destaca su rejugabilidad gracias al intercambio de plantillas y la enorme variedad de palabras disponibles. El diseño es limpio, con reglas simples que permiten empezar a jugar en pocos minutos. Es especialmente recomendable para grupos grandes, donde las trampas y confusiones hacen que la experiencia sea más caótica y divertida.
Como punto débil, pierde algo de chispa a dos, donde la mecánica se vuelve más previsible. También puede generar frustración en quienes busquen precisión, ya que muchas veces los dibujos son demasiado abstractos. Sin embargo, para quienes abrazan el caos creativo, este juego resulta fresco, ingenioso y sorprendentemente exigente desde el punto de vista imaginativo.
En suma, ICON es un juego que demuestra cómo la simplicidad bien pensada puede dar lugar a experiencias divertidas. Su combinación de dibujo, deducción y humor lo convierte en un título perfecto para romper el hielo o cerrar una sesión lúdica con risas. No busca ser un desafío estratégico ni ofrecer decisiones complejas, sino estimular la creatividad, la intuición y, sobre todo, la diversión compartida. Una propuesta original que se abre hueco entre los party games actuales.