30 de diciembre de 2025
30 de diciembre de 2025
FICHA
Autoría: Sandra Jiménez
Ilustraciones: Jorge Tabanera Redondo
Editorial: Zacatrus
Participantes: 2-8
Edad: +8
Tiempo: 20'
Precio: 19,95€
Introducción
En Theos nos convertimos en semidioses dispuestos a capturar a las criaturas más legendarias de la mitología griega en una competición tan divina como alocada. Con una mecánica principal de flicking; es decir, lanzar dados con el dedo desde una torre, el juego nos reta a combinar puntería, cálculo de fuerza y algo de estrategia en un entorno festivo y competitivo que recuerda más a una feria mitológica que a una batalla épica.
Creado por Sandra Jiménez, Theos nació casi por accidente, inspirado por los juegos improvisados entre amigos en casas rurales. Su diseño, cuidado en su accesibilidad visual y en su equilibrio de género entre criaturas, ganó notoriedad rápidamente, hasta convertirse en finalista del II Concurso de Creación de Juegos de Mesa de Zacatrus. Su propuesta fresca, su tono familiar y su enfoque, tan accesible para el público infantil como adulto, lo convierten en una opción ideal para animar cualquier reunión.
Cómo se juega
En Theos nos metemos en la piel de un semidiós griego con el objetivo de capturar criaturas mitológicas lanzando nuestros dados con puntería. Cada participante escoge un color y apila sus cuatro dados formando una torre frente a sí. En el centro de la mesa se colocan las cartas de criatura formando una zona común, y dejamos a un lado otros elementos como el Abismo, Medusa o el Rayo de Zeus, que se incorporarán más adelante.
Durante la partida, que se desarrolla en varias rondas según el número de personas en juego, nos turnamos para lanzar el dado superior de nuestra torre utilizando un solo dedo. El objetivo es que el dado caiga dentro del círculo de una carta de criatura. Si al menos tres vértices del dado tocan el círculo, la capturamos y enviamos ese dado al abismo. Pero si el lanzamiento falla (porque el dado no entra, cae fuera de la carta o se sale de la mesa), el dado permanece donde esté o se pierde, y el turno pasa a la siguiente persona. Si derribamos más dados de nuestra torre accidentalmente, también los perdemos. Por suerte, si en cualquier momento hay dos dados con el mismo valor sobre la mesa, podemos recuperar uno para usarlo de nuevo, y la regla divina nos garantiza que nunca perderemos el último dado.
Captura, robo y caos
Al final de cada ronda, se resuelven las capturas. Si una criatura tiene varios dados sobre ella, se la queda quien haya lanzado el valor más alto; si hay empate, gana el dado más centrado. Si nadie lo consigue, la carta va a Medusa. Además, podemos atacar a otras personas. Si nuestro dado cae sobre su zona de cartas capturadas, les robamos la mitad, redondeando hacia abajo. Algunas cartas especiales, como los sátiros, se capturan más fácilmente (con solo tocar la carta), pero restan puntos y activan poderes únicos que nos permiten fastidiar al resto.
En la última ronda, Medusa entra en juego con todas las criaturas que haya acumulado. Si conseguimos derribar su figura con un lanzamiento, ganamos una de sus criaturas y el Rayo de Zeus, que puede cambiar de manos si alguien más repite la hazaña. Quien lo conserve hasta el final obtiene la mitad de las cartas que queden con Medusa.
La partida termina sumando los puntos de las criaturas capturadas. Algunas valen más que otras, y podemos obtener bonificaciones por colecciones, como los quince puntos extra por reunir siete colores distintos. Quien consiga mayor puntuación se hará con la victoria.
Valoración y conclusión
Theos es un party game que basa su propuesta en una mecánica tan sencilla como poco habitual, que consiste en lanzar dados con el dedo desde una torre. Esta acción, aparentemente trivial, es el núcleo de un juego que se transforma rápidamente en un campo de batalla caótico y divertido, donde la precisión, el cálculo de fuerza y las decisiones tácticas ligeras se combinan con una fuerte interacción entre participantes.
Uno de sus mayores aciertos es su accesibilidad. Las reglas se explican en apenas unos minutos y la mecánica se comprende de inmediato, lo que lo convierte en un título ideal para introducir a nuevos jugadores o dinamizar reuniones familiares. Su escalabilidad hasta ocho personas y su duración contenida lo hacen especialmente apto para grupos grandes y eventos sociales, sin que el ritmo de la partida se resienta en exceso.
Además, el diseño gráfico es funcional y colorido, pensado con sensibilidad hacia la accesibilidad visual, y las ilustraciones, aunque sencillas, tienen un estilo reconocible y coherente con el tono desenfadado del juego. La variedad de criaturas, la inclusión de cartas de sátiro con efectos especiales y el uso de elementos como Medusa o el Rayo de Zeus aportan dinamismo y evitan que las partidas se sientan repetitivas.
No obstante, Theos también tiene limitaciones claras. La dependencia de la habilidad física puede generar frustración en personas menos coordinadas o en quienes prefieren el control estratégico. Además, aunque el azar se ve matizado por las decisiones de a quién atacar o cuándo arriesgar, sigue estando muy presente, lo que puede no ser del gusto de todo el mundo. Por otro lado, la propuesta lúdica se agota con relativa rapidez si se abusa del título en sesiones frecuentes o sin la energía de un grupo entusiasta.
Theos no aspira a ser un juego profundo, ni pretende ofrecer grandes decisiones tácticas. Su objetivo es hacer reír, picarnos entre amistades y dar lugar a momentos divertidos. Y en eso cumple con creces. Dentro de su género, aporta frescura, originalidad y una ejecución cuidada que lo hace destacar. De hecho, quienes disfruten de juegos ligeros, interactivos y con un punto de locura mitológica encontrarán en él una excelente opción para animar cualquier velada.