Cayro: impulsando la sostenibilidad
en los juegos de mesa
 

Desde hace algún tiempo, las editoriales están dando más importancia al concepto de sostenibilidad y protección del medio ambiente en la producción de sus juegos de mesa. Medidas como el menor uso de plástico, papel y cartón; la fabricación con materiales reciclados; la obtención de certificados medioambientales; o la apuesta por el ecodiseño de juegos ya se están poniendo en marcha. En este ámbito, Cayro ya ha dado sus primeros pasos, tal y como explica en este reportaje Lucía Molina, su directora de Marketing.

 
 

Aunque Cayro llevaba bastante tiempo tomando medidas para cuidar el medio ambiente, el viaje de la empresa hacia la sostenibilidad comenzó hace unos cuatro años. En ese momento, decidieron incorporar el cuidado del medio ambiente entre sus valores fundamentales. Para una empresa familiar, con 70 años de historia y liderada actualmente por su cuarta generación de fundadores, esta decisión resultó muy importante. “Nuestro propósito es dejar un mundo mejor a nuestros niños y, aparte de cuidar el planeta, queremos contribuir al desarrollo sostenible de nuestra sociedad a través de distintas acciones”, afirma Lucía.

 

Por eso, decidieron poner en marcha la iniciativa Play for Change, con la intención de dar a conocer al cliente final y profesional todas aquellas medidas que llevaban años tomando. “Tratamos de transmitir en el packaging de nuestros productos si están fabricados en madera en vez de plástico; si esa madera está certificada que proviene de bosques sostenibles; si el papel y cartón también son certificados o reciclados; e, incluso, si las pinturas utilizadas son al agua en vez de aceite, que es más contaminante”, asegura Lucía. Y a esto se añade otra acción que han llevado a cabo como es la de eliminar los plásticos de un solo uso tanto del exterior como del interior de los productos.

Por ello, los juegos que cuentan con el sello Play for Change son aquéllos que produce la empresa de la manera más sostenible posible, teniendo en cuenta que lo ideal sería poder fabricarlo además todo en km 0. Sin embargo, comenta al respecto Lucía, “hoy por hoy, en España no encontramos la industria necesaria para ello y obtener precios competitivos no es posible en todos nuestros productos”. Aparte del sello Play for Change, en las cajas de sus juegos se indica si el producto es Made in Spain y si cumple con todas las normas de seguridad y calidad requeridas.

Cambios en la empresa

Producir de esta forma ha implicado para Cayro algunos cambios. “Nos hemos certificado en FSC, tanto para papel y cartón como para madera, y pedimos a todos nuestros proveedores que nos presenten sus certificados y pasan rigurosas inspecciones. En realidad, no hemos cambiado demasiado nuestra forma de producir, pero sí que es cierto que administrativamente todas estas certificaciones llevan mucho tiempo”, asegura. Y por supuesto, todo ello ha requerido más tiempo en ecodiseño. “Se han repensado todos nuestros productos, estudiando sus diseños, composiciones, materiales…”, añade Lucía.

 

Por otro lado, también han comenzado a aplicar una metodología de mejora continua, ya que, gracias a ella, sus propios trabajadores aportan nuevas ideas para hacer los procesos más eficientes. Y desde hace unos quince años la empresa utiliza placas fotovoltaicas para generar energía, de la cual actualmente tienen excedente, lo que quiere decir que consumen menos de lo que generan.



Además de lo que ha aportado la empresa, también han contado con algunas ayudas económicas para el reemplazo de maquinaria. “Nuestra filosofía es la de reemplazar cuando se rompen, y no tanto la de comprar simplemente porque consuman menos o porque nos den ayudas. También estamos concienciados con el consumismo innecesario y no nos gusta crear residuos si aún son máquinas que sirven”, reconoce Lucía.

 

Un mundo menos consumista

Todas estas medidas van encaminadas hacia una misma dirección: mejorar sus procesos y hacerlos más sostenibles respetando el medio ambiente. “Lo que esperan los clientes es que las empresas nos comprometamos a hacerlo lo mejor posible y aportemos a la sociedad. Y en nuestro caso tratamos de hacerlo a través de nuestros productos, con los proyectos Play for Change y Clase de Juegos & Juegos de Clase, practicando el win/win con nuestros trabajadores, proveedores y clientes; y colaborando siempre que podemos con distintos colectivos más desfavorecidos que así nos lo piden”.

 
Evolución del packaging del juego Equilibry en 2012, 2014 y 2021.
 

Ahora bien, Lucía es consciente de que, con la situación económica de hoy en día, se sigue mirando mucho el precio de los productos, y no por ser más sostenibles estamos dispuestos a pagar más por ellos. “Por lo tanto, las empresas debemos de encontrar un equilibrio e ir tomando medidas que no repercutan en subidas de precios”.

 

En este punto, la directora de Marketing de Cayro, reflexiona sobre la sociedad consumista en la que vivimos y se muestra convencida de que, “como sector, podemos hacerlo mejor”. Y añade: “Debemos crear juegos y juguetes con materiales duraderos. En Cayro lo que queremos es que nuestros juegos pasen de generación en generación; y por eso tenemos un departamento de Atención al Cliente maravilloso que repone determinadas piezas que se hayan podido perder o se les hayan podido romper. Apostamos por dar valor a los juegos y por eso no nos gusta participar en promociones de bajadas de precios, como rebajas o Black Friday. Pensamos que lo único que hace es fomentar el consumismo. Y en esta línea también trabajamos por impulsar el valor pedagógico del juego. Queremos estar al lado de los y las profesionales de la educación, ofreciéndoles herramientas para utilizar nuestros juegos en las aulas. Y cuidamos mucho las temáticas que utilizamos”, confirma.

 

Es algo que desde la empresa siempre le han dado mucha importancia, tal y como lo expone Lucía: “Cayro cumple 70 años, yo soy la cuarta generación y ya tengo dos hijas jugonas. Todo esto hace que sienta un profundo orgullo por la empresa y por el trabajo que mi familia ha desempeñado en ella”. Lucía es muy consciente de que es responsabilidad de todo el mundo cuidar nuestro planeta y que nos cuidemos los unos a los otros. “Creo que desde Cayro tenemos la oportunidad de poner nuestro granito de arena para conseguirlo a través de nuestros juegos y de nuestros proyectos, y ésta es la línea que vamos a seguir y compartir con clientes, proveedores y compañeros de juego”, concluye.


Colaboradores habituales de la campaña “Comparte y Recicla”

La Fundación Crecer Jugando pone en marcha todos los años Comparte y Recicla, "una campaña maravillosa", en palabras de Lucía, "ya que consiste en recuperar juegos y juguetes que los niños y niñas ya no usan y que incluso pueden estar dañados, evitando que acaben convirtiéndose en residuos. Estos juguetes se reacondicionan y son donados a colectivos que lo necesitan", comenta. En el caso de Cayro, como empresa colaboradora, ayudan a sufragar los gastos de la acción y hacen recogida de juegos y juguetes entre sus empleados y en su entorno local.